Tras una semana de promover el movimiento Scout por las escuelas de la zona, realizamos en el GS San Judas Tadeo los Primeros Juegos Scout donde concurrieron muchisimos chicos que nunca habían participado del Movimiento. Fue una tarde muy agitada pero divertida la del 22 de agosto: además de correr, saltar y arrastrarse, los chicos y chicas tuvieron que poner en práctica sus conocimientos y astucia decifrando claves y acertijos, contestando preguntas sobre el escultismo y construyendo la vela para su barco.
He aquí una crónica sobre lo sucedido en aquellos mares...
A las tres de la tarde se abrieron las puertas del Grupo y llegaron un mónton de chicos nuevos interesados en participar de los juegos y actividades. Luego del izado y las presentaciones correspondientes, los nuevos integrantes se sumaron a las diferentes patrullas.
Al principìo los chicos recibieron un pergamino que les recordaban los objetivos de los juegos: la meta principal no era ganar sino mantenerse unidos ante cualquier dificultad, siempre seguir adelante y apoyarse mutuamente.
El primer juego fue "El Tesoro de la Isla". Las patrullas formadas en estrella esperaban atentas la llamada del pirata para salir corriendo, pasar por debajo de las piernas de sus compañeros y capturar el pañuelo antes que los demás lo hagan.
Los "Mensajes Ocultos" fueron un gran desafío. Descifrando claves y aproximandose a la siguiente posta, los chicos tuvieron que saltar en una pata, hacer que uno de su patrulla no toque el suelo, cantar y agitar los brazos, entre otras cosas. El grito de su patrulla marcaba el final del juego.
Como el cansancio se notaba en la sonrisa de los chicos, siguió un juego tranquilo donde iban a tener que ejercitar sus conocimientos Scout. "Las preguntas del capitan" iban subiendo en su grado de dificultad a medida que las patrullas contestaban. Tal fue la competencia que se generó por contestar primero que los Guias tuvieron que hacer una carrera para ver quien ganaba el derecho de empezar.
Y el juego más esperado llegó por fin: "El hundimiento al Galeón". Los chicos se enfrentaron a las chicas, después de haber armado las velas de sus barcos. Las zapatillas eran los proyectiles y sus brazos los cañones. Intrépidos contramaestres dirigían las velas para evitar el hundimiento.
En la merienda todo volvió a la calma. Mientras comían y bebían algo , comentaban lo qué habían vivido esa tarde y se conocían un poco más con los Pie Tiernos.
En reconocimiento por la valentía, el esfuerzo y el compañerismo, se hizo entrega de diplomas premiando la cualidad que más se resaltó en cada patrulla.
¡Hasta la próxima aventura piratas y Siempre Listos!
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